Ahorrar con los seguros
Los seguros de ahorro son un producto financiero que ha adquirido cierta relevancia e interés para el ahorrador de perfil de riesgo conservador o moderado, dadas sus características .
Pese a que puede resultar similar a un depósito a plazo, en un primer momento, su naturaleza es muy diferente y hay que asesorarse por profesionales del sector asegurador antes de contratarlos.
¿Qué son los seguros de ahorro?
Lo primero que cualquier cliente debe saber antes de plantearse contratar este tipo de productos es su definición. Podemos decir que los seguros de ahorro son contratos de seguros, comercializados por compañías aseguradoras o por entidades financieras, que nos aseguran un determinado capital (normalmente variable), a un plazo determinado.
El asegurado hace aportaciones periódicas (normalmente mensuales) o extraordinarias, que se capitalizan para conseguir un capital más una rentabilidad a medio y largo plazo.
¿Qué es ahorrar?
Ahorrar consiste en no consumir una parte de nuestra renta actual y transportarla al futuro. Podríamos añadir que es conveniente aplicarle una cierta rentabilidad que – al menos – compense el efecto del IPC con lo cual mantenemos el valor futuro de ese dinero actual.
Hoy día, además, tenemos claro que nuestras pensiones futuras serán mermadas. Por tanto, es razonable e inteligente intentar enviar dinero actual, sobrante, a nuestro futuro como pensionistas. O tal vez para el pago de una reforma en casa o la Universidad de nuestro bebé. Ahorrar es, en definitiva, invertir en el bienestar futuro de nuestra familia y allegados, sacrificando una parte de las comodidades actuales.
Cuestiones a las que estar atentos
- Son productos donde siempre hay que atender a los intereses garantizados. Nunca a los estimados. De hecho, está prohibido presentar proyectos basados en estimaciones de rentabilidad.
- El seguro de ahorro puede ser complementado con garantías de fallecimiento e incapacidad. En este caso, hay que saber que dichas coberturas son de pago y, por tanto, cuanto mayor sean, menos ahorro. En palabras de Carlos Lluch ‘En general desaconsejo estos seguros mixtos recomendando un buen seguro de ahorro y otro, distinto, de vida riesgo‘.
- Lo que pagamos se denomina “prima”. En seguros de ahorro podemos tener primas periódicas si lo que hacemos es un plan de aportaciones redundantes en el tiempo, de forma continuada o bien primas únicas que significa que pagamos de una sola vez el seguro. Si restamos a la prima los gastos del seguro (administrativos y comerciales) y el precio de las coberturas de riesgo obtenemos la “provisión matemática” que es lo que realmente se invierte.
- El interés en seguros es el “interés técnico”. No es un interés nomina, por tanto no debemos confundir un % bancario, de calculadora, con un % asegurador.
- El interés técnico se aplica no sobre la prima sino sobre la provisión matemática. Por ello es muy importante que los gastos (especialmente las comisiones del mediador) sean mínimos pues afectarán enormemente a la rentabilidad. Tal vez sea recomendable pagar honorarios al corredor para el diseño del programa de ahorro, con lo que obtenemos un buen asesoramiento, y negociar comisiones mínimas amarrando la rentabilidad.
- Los seguros de ahorro invierten en activos muy conservadores, generalmente. No hay que albergar expectativas de altas rentabilidades: son productos de maratón, no esprínter.
- La solvencia del asegurador (¡ojo!, del asegurador, no del banco accionista, que son cosas muy diferentes) es crucial. Estar ahí veinte o cuarenta años es un tema serio. Y estos productos carecen de fondo de garantía o de cobertura del Consorcio.
- Hay muchas modalidades y debemos ser capaces de encontrar la que mejor nos encaja.
No comments